02 La fábrica de yeso


© José Manuel Alfaro

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Cuando oyó el ruido del motor del camión, que aparcaba, cerró el libro y se levantó de la butaca. Apartó con las manos las cortinas del balcón y lo miró cruzar la calle. Se dio cuenta de que esta vez también venía directo desde la fábrica: las motas más finas del yeso le cubrían la cara. Y también esta vez se alegró: le gustaba mirarle a los ojos, que así sin lavarse parecen más negros. Y besarlo en la boca, donde ahora los labios eran más húmedos y rojos. Notó que se estaba excitando, y más al pensar cómo las gotas de sudor le harían surcos bronceados en la piel blanqueada de la cara. Se acercó a la puerta para abrirla y oír mejor los pasos de aquellos pies que ya adoraba y que subían de dos en dos, de tres en tres, los peldaños de la escalera hasta la casa.

No les dio tiempo a mirarse y ya estaban abrazados; pegados cuerpo a cuerpo, cuando él supo que esta noche su amante no le dejaría ducharse hasta después de hacerle el amor.



© Manuel López Rey

Comentarios

  1. Recomendación: antes de leer el texto, pulsar sobre la fotografía; observarla detenidamente; luego pulsar atrás en la barra de navegación; ahora leer la historia.

    Se aceptan y agradecen todos los comentarios.

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  2. Qué se puede decir de la foto: parece que se diseñó previamente la escena; es verdaderamente fascinante. Lo que nunca me hubiera imaginado es un relato tan erótico; creo que en ese contraste está el acierto del cuento.

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    1. Gracias por comentar, Berta. Sin duda hay algo de fetichismo en la mirada dirigida a esta fotografía para escribir este texto; pero también hay en el texto otro aspecto que traté de cuidar; no lo voy a desvelar, en espera de algún comentario al respecto. Saludos.

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  3. La foto es absolutamente impactante; parece que se ha preparado un decorado; resulta casi imposible pensar que nos podemos encontrar con esta escena.Enhorabuena, Alfaro. En cuanto al texto, como siempre Manuel sorprendiendo con su visión particular. A primera vista jamás hubiera pensado en una situación erótica. Eres muy muy grande.

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  4. Muchas gracias Mri Carmen, este lugar ya no existe desde hacer años que derribaron la fabrica, pero la verdad es que entrar era impactante. De verdad parecia un decorado.
    Y de Manuel que puedo decir; cada vez que te envío una foto espero como un niño el regalo de tu cuento.

    Un saludo

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  5. Estoy de acuerdo el hombre trabaja para vivir, su vida comienza cuando aparca su camión y sube las escaleras con ansias de despertar a su realidad... unirse con su amor y continuar con el sueño de su vida...el AMOR nos impulsa a vivir la vida.

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  6. Espectacular foto, ya de por sí muy sugerente, que pone en marcha la imaginación, que además acompañada de tan corto e imaginativo relato, no por ello carente de mensaje, te deja con "la miel en los labios".
    Bonita inciativa.
    Saludos

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    1. Estoy de acuerdo: esta foto de Alfaro es espectacular. Me alegra saber que te gusta el proyecto. Gracias por comentar. Saludos.

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  7. Intenso relato secuencial, donde la palabra "también" denotan el posible desencanto, el ansia y a la vez la confirmación y satisfacción de la persona que espera la llegada, acordada, de su amante. Foto equilibrada y serena a pesar del escenario agresivo.

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    1. Me gusta que el lector sea activo; que comprenda que la lectura, por principio, no es un divertimento, sino una acción intelectual con exigencias. Pero he de decirte que el "también" que repito en el texto tiene la finalidad de dejar claro al lector que esta relación no es esporádica ni casual; que se mantiene en el tiempo; de ahí que los aspectos "fetichistas" ya estén cargados de erotismo y significado. Saludos.

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