© José Manuel Alfaro
Florinda Martínez Mallo lo enamoró con solo mirarlo.
A él, tan despegado, huyendo tanto que no se quedaba más de dos días y una noche en el mismo lugar.
A él, tan despegado, huyendo tanto que no se quedaba más de dos días y una noche en el mismo lugar.
Esta vez se detuvo para seguir enamorándose.
Un loco amor que en su locura de lluvia le borró de la cabeza el peligro que corría, olvidándolo. No volvió, ni en el sueño, don Enrique Méndez Castro, que le había prometido matarlo, lleno de inquina y de venganza por aquella traición que no perdonaría.
Por eso se quedó junto a ella amándola, sintiéndola, queriéndola entera, desde los dedos delgados de sus pies pequeños al brillo rojo de su melena. Se quedó así, quieto, parado, prendado del aire de la boca de ella, y olvidadizo. Hasta el día en que la encontró tendida boca abajo en la cama, con un disparo en la cabeza, sobre la almohada de satén blanco empapado de la sangre que abundaba ahora su cabello como una llamarada.
Ya no tiene que huir a ninguna parte, ya están saldadas las cuentas. Solo ha de quedarse solo, doliéndose la vida.
© Manuel López Rey
Recomendación: antes de leer el texto, pulsar sobre la fotografía; observarla detenidamente; luego pulsar atrás en la barra de navegación; ahora leer la historia.
ResponderEliminarSe aceptan y agradecen todos los comentarios.
Me ha encantado. Con pasión ó sin pasión de hermana es un placer leerlo que escribes.
ResponderEliminarEs un placer leer lo que escribes. La fotografia es impresionante.
ResponderEliminarGracias, pero me gusta que sea con pasión de hermana. Besos.
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ResponderEliminarParece que ya se pueden escribir comentarios
ResponderEliminarEntrañable, tanto foto como relato, no se si es la palabra adecuada pero es lo que me sugiere y se me ocurre decir.
ResponderEliminarGracias, Luciano.
EliminarVaya historia más bonita, con muchos elementos del tango, como prometiste.
ResponderEliminarGracias, Rasta. Saludos.
EliminarDel amor al odio en unas pocas palabras, me encanta leerte y ver como diseccionas a nuestros personajes.
ResponderEliminarGracias Manuel
Gracias a ti por esta foto tan buena. Espero más. Un abrazo grande.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNo se eligen las historias, Manuel. Las historias eligen a aquellos que, como tú, saben contarlas. Cuánto se puede decir con tan sólo dieciséis líneas mal contadas. Cuánto, y qué pocos son tan capaces de hacerlo como tú lo has hecho a través de esta impresionante imagen. Transportar al lector al lugar de los hechos y meterle en situación como si de una obra de teatro se tratara, sólo es privilegio de muy pocos.
ResponderEliminarQuién así ama, ama desde dentro
y adentro se queda. Para siempre
y por siempre
en un soliloquio de lágrimas
pendiendo
y el corazón en "llamaradas de sangre"
herido.
Quién así ama, ama desde dentro
y adentro se queda.
Me ha encantado, Manuel, y no sé decirlo de otra manera.
Enhorabuena. También a Manuel Alfaro, por sacudirnos interiormente con sus imágenes.
Un abrazo
lorni
Que me quieres bien, lo presiento; por eso doy por hecho que me estimas. Pero tus maneras de leer lo que escribo, de recibirlo, de comprenderme tanto, me sobrepasan. No sabes cuánta satisfacción me producen tus comentarios; claro que adulan y engrandecen mi ego, pero a diferencia de lo que aparento, me he pasado la vida destruyendo ego, aunque solo fuera para sentirme libre. Así que no es por eso; es porque nada hay más gratificante para el escritor que la comprensión atinada del lector; un atine que le viene a decir "sé exactamente de lo que hablas". Muchísimas gracias, querida Lorni. Solo me queda reconocer, una vez más, que tu poema es bastante mejor que mi relato.
EliminarEl comentario eliminado responde solo a una prueba. Decía "hola", pues ayer no me salía publicado el comentario.
ResponderEliminarSaludos, Manuel, y seguimos.
Hola, Lorni. En teoría, tendrías que recibir un correo en el que se te notifica que tu comentario ha sido respondido. Si no los recibes, es necesario que te vuelvas a hacer seguidora del blog. Creo que también, debajo de los comentarios tienes una casilla de "Avisarme". Si no te molesta, cuéntame por correo si recibes lo que he dicho o no. Gracias. Un abrazo grande para todos.
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